La Prostitución está impactando a la sociedad de varias formas. Está cambiando cómo se ve el trabajo sexual y el estigma asociado con él en nuestra cultura. Está cambiando la percepción de la mujer como objeto de bienes materiales. Está contribuyendo al mundo de la economía invisible, donde las personas trabajan fuera del sistema de seguridad nacional y sin los beneficios y salarios adecuados. Está llevando a la explotación de miles de mujeres y niños. Está provocando la disminución de la edad de quienes asumen el papel de trabajador/a sexual y el incremento de entrada y salida del trabajo sexual.
Cada día se está abriendo el escenario, conforme la prostitución se está afianzando como una actividad no estigmatizada y en algunas partes del mundo con importantes beneficios. Muchos han optado por prostituirse como un medio para obtener ingresos sin muchas restricciones laborales. Esta situación está llevando a la prostitución a convertirse en una actividad normalizada, tanto en la cultura como en los círculos sociales.
Parecería entonces que se está legitimizando el trabajo sexual y expulsando el estigma que cada día rodea la prostitución. Antes, la prostitución se vinculaba al crimen organizado, la explotación sexual y la violencia. Ahora, el trabajo sexual se está considerando como un oficio como cualquier otro. Los servicios sexuales no son solamente lo único que acarrea una tarifa para los trabajadores/as. Estos/as trabajador/as pueden trabajar siempre ligando a sus clientes a diferentes actividades como; trabajar como acompañante, amiga, platicar, masajes, actor/a sexual y cualquier otra cosa que puedan llegar a ofrecer.
Cada país se enfrenta a un dilema particular en cuanto a regulación de la prostitución. La prostitución está considerada como un trabajo que debe ser regulado con los mismos estándares laborales y de seguridad social de cualquier trabajo ordinario. La cultura también debe cambiar. El lenguaje de la sexualidad debe ser creado para describir los servicios sin juición.
No hay duda de que la prostitución afecta a todos, desde aquellos que están directamente involucrados/as, hasta las comunidades y las entidades de gobierno. El impacto de este trabajo puede ser positivo o negativo, según la forma en que se regule y cómo los cambios en la cultura influyan en los entornos laborales. Si bien la prostitución puede brindar a sus trabajadores/as ingresos adicionales, está también ligada a violaciones de derechos humanos, explotación sexual, trata de personas y afecta a la salud pública.
Ahora, el panorama es muy diferente. La vision de la prostitución como un trabajo como cualquier otro ha abierto una puerta, permitiendo hablar sobre el trabajo sexual desde un enfoque diferente. Algunas organizaciones están exigiendo una regulación legislativa y exigiendo la implicación del gobierno para dar un marco de derechos humanos y de respeto y dignidad a trabajadores/as.
Los trabajador/as sexuales también han entendido que se deben unir para defender sus derechos. Están pidiendo a los gobiernos sensibilizarse con las cuestiones relacionadas con el trabajo sexual y asegurar el respeto a los/as trabajadores/as, así como la protección de sus derechos laborales. Están luchando por el derecho a la ciudadanía, y por exigir a los gobiernos la abolión de la discriminación y la violencia que enfrentan.
Estos avances también están acompañados con el desarrollo de nuevos servicios para los trabajadores/as, como el fortalecimiento de los programas de educación laboral, derechos laborales, salud y servicios sociales. Esta iniciativa se está tomando para que los trabajadores/as afectados por la prostitución puedan contar con los recursos y la respuesta necesaria para poder ejercer su trabajo con la máxima seguridad y respeto.
También se han desarrollado servicios y recursos educativos para enseñar a los/as trabajadores/as sexuales y al público como prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y como actuar en caso de enfrentar abuso o violencia sexual. Estos programas también ofrecen herramientas educativas para mejorar los conocimientos sobre salud, derechos laborales, liderazgo y habilidades para mejorar sus vidas.
prostituta , la digitalización ha cambiado la economía de la prostitución para siempre. La tecnología ha abierto nuevos caminos para el aumento de los ingresos de los/as trabajadores/as sexuales y también ha hecho que el dominio del trabajo sexual sea más transparente. La información actual disponible en línea sobre el trabajo sexual ha cambiado la forma en que los clientes encuentran trabajo sexual. Los/as trabajadores/as sexuales también la usan para informar sobre situaciones de abuso, amenazas y maltrato.
Esto a su vez ha llevado al incremento de los controles, hecho que contribuye a la disminución de la delincuencia, ya que los/as trabajadores/as pueden informar al público acerca de abusos o violencia. Al mismo tiempo, la tecnología también ha dado pie a nuevas formas de explotación, como el engaño por parte de páginas que se presentan como si ofrecieran trabajos en el ámbito de la prostitución pero que en realidad figuran entre los anuncios de trata de personas o explotación sexual.
La tecnología también ha creado un espacio para que los/as trabajadores/as lancen sus propios programas de autodefensa y se informen acerca de sus derechos. Existen sitios web y aplicaciones móviles, además de grupos de redes sociales donde se puede encontrar información importante sobre el trabajo sexual, así como dar a conocer puntos de vista y discusiones sobre el tema.
Es evidente que la prostitución sigue afectando a la sociedad, así como a aquellos/as trabajadores/as que la han elegido como una alternativa de vida. Estas personas deben luchar cada día por un tratamiento justo y respetable, al igual que tener acceso a los recursos y servicios necesarios para llevar una vida plena y sana. La regulación apropiada de la prostitución, así como el reconocimiento de los derechos de los/as trabajadores/as sexuales, son algunas de las formas en las que la sociedad puede contribuir para abordar las problemáticas que enfrentan y que nos llevarán hacia una sociedad igualitaria y respetuosa en la que la prostitución sea un trabajo reconocido e inclusivo.